
Si viajas a Australia es inevitable que acabes sucumbiendo al molesto jet lag, desafortunadamente.
En este artículo te voy a explicar cómo combatirlo.
Como alguien que ha hecho el viaje bastantes veces, te puedo ayudar desde mi experiencia personal.
La primera vez que llegué a Australia tras un viaje de más de 35 horas desde Bilbao creía que iba a morir.
Me eché una siesta en el hotel y me levanté peor aún. No sabía ni por dónde me pegaba el aire.
Siendo vasco, mi estúpido orgullo no me permitía ir a la farmacia o pedir ayuda a nadie, así que tiré como buenamente pude y sobreviví a mi primera semana de trabajo en el país.
Yo no quiero que tu viaje a Australia empiece igual de mal que el mío, por lo que te he preparado esta entrada.
Te aconsejo de verdad que sigas leyendo y apliques algunas de las cosas recomendadas.
Piensa que para que una experiencia sea inolvidable, cuanto más bueno sea el comienzo mejor, ¿verdad?
Recuerda que si quieres saber algo específico que no se encuentra en ninguna de mis entradas, puedes preguntarme lo que quieras utilizando el formulario de la página de Contacto.
¿Qué es realmente el jet lag?
El jet lag es también conocido como el síndrome del cambio rápido de zona horaria.
Básicamente es un desequilibrio producido entre el reloj interno y el nuevo horario que se establece al viajar a largas distancias.
Dicho reloj es el que marca los periodos de sueño y vigilia de cada uno de nosotros.
Esto se traduce en un trastorno del sueño que afecta más de lo que puede parecer en principio.
Supongo que sospecharás que Australia está muy muy lejos… como a tomar por culo.
Desde América Latina el vuelo más rápido tarda 14 horas, y desde España más de 22, por lo que te puedes hacer una idea de la distancia real que existe.
Esto quiere decir que vas a tener que atravesar muchos husos horarios distintos en una fracción de tiempo relativamente pequeña.
Si me lees desde Latinoamérica estás de suerte.
¿Por qué? Pues porque lo más probable es que el jet lag te vaya a afectar mucho menos.
Está demostrado científicamente que viajar hacia el este es bastante peor que viajar hacia el oeste.
Esto es así porque «pierdes» tiempo, mientras que volando hacia el oeste, lo volverías a «ganar».
Aunque yo no tengo un Doctorado, te lo puedo asegurar por experiencia.
Además, como has visto anteriormente, el tiempo de trayecto suele ser inferior.
Esto es doblemente bueno si tenemos en cuenta que el número de franjas horarias atravesadas es también menor.
Lógicamente cuantos más husos horarios cruces, mayor será el impacto y peores los síntomas.
Cuáles son las principales causas
La causa número uno para padecer jet lag la hemos visto ya y es la más obvia de todas.
De todas formas, la alteración de tu ritmo circadiano (o reloj interno) no es la única causa.
Existen otra serie de razones relacionadas por las que puedas estar experimentando este maldito trastorno también.
Algunas investigaciones muestran que el mero viaje aéreo está contribuyendo a causar algunos síntomas del jet lag.
Los cambios en la presión de la cabina y las elevadas altitudes de por sí pueden estar afectándonos en este aspecto.
Otros factores como la monotonía del viaje, la inmovilidad y estrechez de los asientos (sobretodo si viajas en turista como yo), combinado con la maravillosa comida del avión, no hacen más que empeorar la situación.
No hay que olvidar los conocidos bajos niveles de humedad.
Si no tomas suficiente agua durante el vuelo, puedes sufrir deshidratación leve.
Ésta puede provocar algunos síntomas del jet lag también.
¿Por qué está todo en contra mía? 🙁
Nuestras propias condiciones preexistentes deberemos de tenerlas en cuenta también.
El estrés, los malos hábitos de sueño, el insomnio e incluso la edad avanzada pueden hacer que nos afecte más fuertemente que a una persona joven y sana.
Síntomas evidentes
Como es evidente, el jet lag no afecta a todas las personas por igual.
Antes ya te he dicho que factores como la edad o el estado físico pueden ser determinantes en la magnitud y duración de los síntomas.
Existe una mínima posibilidad de que seas uno de esos pocos seres mitológicos que albergan en el mundo que no sienten ninguna molestia al realizar viajes tan largos.
Si es así, te felicito y te envidio.
Generalmente, las mujeres son más propensas a sufrir este trastorno, así como los mayores de 50 años.
Los síntomas del jet lag pueden variar bastante dependiendo de estos factores.
Es posible que experimentes solo un síntoma o muchos de ellos.
Si no notas nada, puedes sentirte afortunado y echar la lotería por si la suerte sigue de tu lado.
Los principales síntomas del jet lag son los siguientes:
- Desorden del sueño: insomnio, despertarse temprano o somnolencia
- Fatiga y malestar excesivo durante las horas de día
- Dificultad para concentrarse, confusión e incluso pérdidas leves de memoria
- Problemas estomacales: desde estreñimiento o diarrea hasta náuseas o vómitos
- Cambios de estado de ánimo: irritabilidad, apatía, depresión o enfado
Las más comunes normalmente suelen ser las 2 primeras de la lista.
Cómo intentar prevenirlo
Aunque es bastante complicado prevenir el jet lag al completo cuando se atraviesan tantas franjas horarias, existen varias formas de intentarlo.
Si por lo menos conseguimos minimizar todo lo posible sus efectos y duración, será algo a celebrar.
Habiendo visto las causas, es probable que ya se te hayan ocurrido algunas formas de prevención.
Antes del viaje
Lo primero que deberías hacer es mantener una dieta sana y equilibrada a la vez que haces ejercicio.
Cuando alquien está en buena forma, mejor afrontará este trastorno una vez aterrice.
Es una buena excusa además para fardar de físico en las playas australianas 😉
En el caso de que el deporte no sea lo tuyo y te guste demasiado comer, no desesperes.
Lo que mejor funciona es adaptar tus hábitos al horario del destino.
Si viajas al oeste, es buena idea empezar a meterse en la cama un poco más tarde de lo normal.
Si vienes desde España, lo suyo es que duermas y comas antes de lo habitual.
Es muy importante que descanses mucho y bien aunque estés ajustando progresivamente tu horario.
Si comienzas tu viaje con falta de sueño, el jet lag será peor.
Durante el vuelo
Una vez estés en el avión, hay una serie de cosas que deberías hacer:
- Bebe mucha agua antes, durante y después del vuelo.
- Evita las bebidas alcohólicas y el café, ya que producen deshidratación y alteran el sueño.
- Mueve las piernas y ejercítalas cada 2-3 horas dándote un paseo al baño por ejemplo.
- Si es de noche en Australia, intenta dormirte en tu asiento utilizando tapones y un antifaz.
Tratamiento
Te adelanto que NO existe una pastilla mágica anti-jet lag como tratamiento.
Lo siento.
Sí que hay fármacos de prescripción como los comprimidos de melatonina (por ejemplo), pero ya que estos solo te los pueden recetar los médicos en situaciones extraordinarias, voy a pasar de ellos.
La melatonina es una hormona que se encarga de controlar el ciclo diario del sueño.
Lo bueno es que hay maneras de generarla de manera natural.
El indicador más importante para el cuerpo en este caso es la luz solar.
Una vez hayas aterrizado en Australia, te recomiendo que te expongas al sol lo máximo posible y evites permanecer continuamente en sitios cerrados o a la sombra.
Con cabeza, por favor. Los índices de rayos ultravioleta son de los más altos del planeta.
Esto quiere decir que si no utilizas crema solar de factor 50+, te vas a acabar quemando sí o sí.
Si viajas desde América intenta que tu avión aterrice a la tarde, para que te quede poco para ir a dormir.
En el caso de viajar desde España, lo mejor es llegar a primera hora de la mañana, para que tu cuerpo se active y se acostumbre al nuevo horario lo antes posible.
Por muy cansado que estés durante tus primeros días, evita la siesta a toda costa e intenta irte a la cama no antes de las 10 de la noche.
Otra buena práctica sería la de desayunar grandes cantidades de proteínas para tener el arranque suficiente y tirar todo el día como un campeón.
Espero que este artículo te sea super útil a la hora de aterrizar en Australia.
Cuéntanos en los comentarios alguna anécdota que tengas relacionada con el jet lag o qué sueles hacer tú para intentar aplacarlo 😉
¡Un abrazo!
Foto destacada
Jordan Whitt
Qué bueno Haritz, lo voy a aplicar para mi próximo viaje. No voy a atravesar tantos husos horarios pero voy hacia el este, así que estoy complicada.
De todas maneras, creo que es una de las molestias que vale la pena afrontar con tal de viajar, y más a tan lindo lugar como Australia. Espero ir algún día.
Abrazo!
Me hace ilusión verte por aquí de nuevo Florencia 🙂
Muchas gracias por las palabras, me alegro de que te haya gustado.
Está claro que merece la pena pasar por el molesto jet lag para conocer el maravilloso país de Australia.
¡Un fuerte abrazo compañera!